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Croquis de un hospital por dentro: aprende a diseñar tu proyecto

¿Sabías que el croquis de un hospital por dentro es la semilla de todo proyecto exitoso? Aunque no podemos considerarlo un plano arquitectónico ni una representación definitiva del diseño final, sí es un punto de partida para visualizar una primera versión del edificio. Y, de hecho, al no requerir de precisión técnica, tú —como médico, empresario o inversionista— puedes llevarlo a cabo siguiendo tres pasos esenciales para proyectar tus ideas como un profesional. ¡Toma nota!

Un hospital es un sitio complejo cuyo diseño, desde su etapa más temprana, debe apegarse a pautas básicas que garantizan la eficiencia médica. Las primeras proyecciones se hacen, sí, con base en las necesidades de cada proyecto, pero también siguiendo criterios de ergonomía, funcionalidad y, sobre todo, seguridad sanitaria. Por ello, al comenzar con la visualización de tu proyecto, debes considerar aspectos clave que reduzcan riesgos y dificultades en las futuras etapas de diseño y construcción. ¡Conócelos!

En esta fase inicial, un inmueble —ya sea un local, un edificio o un terreno— equivale al papel donde harás tu bosquejo. Contar con un contexto físico, geográfico y socioeconómico definido te proporcionará los primeros parámetros para visualizar tu hospital, desde su viabilidad hasta sus dimensiones y necesidades técnico-espaciales. Por ejemplo, si el terreno presenta riesgos geológicos o carece de clasificación de uso de suelo para servicios de salud, tu proyecto podría enfrentar obstáculos legales y técnicos que lo hagan inviable.

Elegir un inmueble anticipadamente permite optimizar el espacio a la hora de distribuir las áreas de un hospital; recuerda que cada una de éstas requiere de un mínimo indispensable de metros cuadrados para su funcionamiento. Asimismo, la ubicación es clave para asegurar la rentabilidad del establecimiento, y no sólo por la demanda de servicios médicos. Construirlo cerca de zonas de riesgo ambiental, sitios restringidos o lugares de difícil acceso puede generarte desde problemas de logística hasta sanciones administrativas que debiliten las finanzas del hospital.

Una vez que hayas confirmado que el inmueble se ajusta a tus objetivos, es momento de enfocarte en tu programa de necesidades. Este documento te ayudará a organizar tus ideas, evitando que incluyas en tu proyecto áreas innecesarias o mal dimensionadas. Comienza definiendo qué servicios deseas brindar y, a partir de ello, plantea los requerimientos espaciales, técnicos y operativos fundamentales para el establecimiento que imaginas.  Y cuidado: uno de los errores más comunes es pensar únicamente en las áreas médicas, sin considerar, por ejemplo, los cuartos eléctricos, las áreas de descanso para el personal o la lavandería intrahospitalaria.

Como dijimos anteriormente, el contexto del inmueble es clave para desarrollar el programa de necesidades. Asegúrate de realizar estudios demográficos, epidemiológicos y sociales; con ellos, podrás basar tu cartera de servicios en necesidades reales de la población, justificando mejor la inversión y estableciendo las prioridades de tu proyecto.

Ya que termines tu programa de necesidades, es momento de que tu hospital tome forma. A este proceso lo llamamos zonificación, y consiste en acomodar los espacios sin llegar a desarrollar un plano como tal. El objetivo es distribuir cada área aprovechando el espacio disponible, considerando criterios de funcionalidad y eficiencia.

Para zonificar, divide las áreas de tu hospital según su función: ¿son médicas? ¿Administrativas? ¿De servicios? Esta clasificación te permitirá distribuir cada espacio adecuadamente, proponiendo interconexiones que mejoren los flujos de trabajo y optimicen el uso de recursos.  Asimismo, una correcta disposición de las áreas permite aislar zonas sensibles (como quirófanos o la unidad de terapia intensiva) de áreas públicas, garantizando la seguridad y el bienestar de los pacientes. Las mejores zonificaciones contemplan incluso la reconfiguración del espacio, posibilitando adaptar la capacidad de respuesta del hospital a situaciones de emergencia o picos de demanda.

Como puedes ver, elaborar el croquis de un hospital por dentro requiere de investigación, esfuerzo, imaginación y, sobre todo, voluntad. Sin embargo, este es sólo el comienzo del camino: una vez que tengas tu bosquejo, tendrás que desarrollar el programa médico arquitectónico de tu proyecto, un documento especializado que incorpora a la propuesta los requerimientos técnicos, normativos y estéticos que necesita para materializarse bajo los más altos estándares de excelencia hospitalaria.

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