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¿Planos de hospitales sencillos? 

Algunas personas tienden a creer que el diseño arquitectónico de un hospital es similar al de cualquier otro edificio. Sin embargo, aunque pueden compartir características generales — como la estructuración o los procesos constructivos de áreas comunes—, esta percepción está alejada de la realidad. Los hospitales son sitios especializados que deben responder a complejas necesidades médicas y tecnológicas. Por ello, aunque el término “planos de hospitales sencillos” puede parecer atractivo para quienes desean un diseño rápido, resulta totalmente erróneo: diseñar un hospital es una tarea que exige precisión, experiencia y conocimiento especializado. ¿Sabes por qué? ¡Sigue leyendo y descúbrelo! 

La idea de que se pueden realizar planos de hospitales “sencillos” proviene de una noción extremadamente simplificada del proceso de diseño arquitectónico. A diferencia de otros edificios, este tipo de espacios para la salud deben cumplir con estrictos criterios de sanidad, protocolos de seguridad y flujos de circulación diferenciados. Además, cada área debe cumplir con un mínimo de metros cuadrados para facilitar la atención, minimizar riesgos y optimizar sus operaciones.

Ahora bien, el reto no sólo está en concebir los espacios, sino en saber representar cada área médica con precisión. Y no basta con distribuirlas: también es fundamental entender la interrelación de los servicios para garantizar la eficiencia de sus actividades, así como la seguridad de pacientes y personal. Por ejemplo, el diseño de la unidad quirúrgica debe considerar las funciones y caracteríticas de las áreas blanca, gris y negra, a fin de mejorar su interacción y trazar mejores rutas de RPBI, flujos para traslado de pacientes, de instrumental médico, de ropa sucia, etc.

Finalmente, otro de los desafíos al trazar planos hospitalarios es prever adaptaciones y futuras expansiones del establecimiento. Escenarios de emergencia, avances tecnológicos y el crecimiento de la población requieren que el edificio cuente con espacios maleables que adecuaciones logísticas y operativas sin generar afectaciones a la actividad general.

Uno de los principales retos al diseñar un hospital es incluir áreas clave para su operatividad. Esto implica conocer a profundidad los cinco tipos de espacios hospitalarios, los cuales reflejan los servicios y necesidades básicas para este tipo de establecimientos. Para funcionar correctamente, tanto de manera individual como en conjunto, cada área necesita de condiciones técnico-espaciales específicas, mismas que podemos sintetizar en las siguientes categorías:

  1. Acabados: los recubrimientos para muros, pisos y techos.  
  2. Mobiliario: los enseres que complementan las tareas a realizar en cada lugar. 
  3. Equipo especializado: la tecnología que los profesionales de la salud necesitan para trabajar según su área de conocimiento.  
  4. Sistemas básicos: como el de videovigilancia o el de combate contra incendios. 
  5. Sistemas especiales: como el de gases medicinales o el sistema eléctrico para el quirófano. 

Estos cinco factores son clave para que cada área trabaje en un entorno eficiente, confortable y apegado a las estipulaciones de las autoridades sanitarias. Una unidad de cuidados intensivos, por ejemplo, requiere de acabados resistentes, sin porosidades y de colores claros que faciliten la detección de suciedad y la limpieza. Del mismo modo, necesita de carros rojos (también conocidos como “carros de emergencia”), contactos de grado médico, iluminación de 6,000 luxes y aire acondicionado de flujo laminar con filtros HEPA. 

Ante que pretender elaborar planos de hospitales “sencillos”, es crucial entender que un lugar tan complejo no puede diseñarse con simpleza. Aun cuando su concepto estético sea minimalista, sus acabados, equipos y sistemas entrañan un fuerte sentido de la funcionalidad, seguridad e higiene. Por lo tanto, un plano hospitalario que realmente sea sencillo representa, o un planteamiento preliminar, o un trabajo deficiente. Recordemos que la omisión de detalles técnicos puede provocar problemas durante la construcción, o peor: riesgos para los pacientes y el personal médico.

Ya se trate de un hospital a gran escala o de un pequeño hospital rural, los criterios de calidad son los mismos: aprovechamiento del espacio, cumplimiento normativo, eficiencia energética, accesibilidad, comodidad y seguridad sanitaria. Es gracias a este nivel de exigencia que, detrás de cada acotación, simbología, nota y clave, hay un equipo multidisciplinario con la misión de optimizar el trabajo médico y garantizar el bienestar de los pacientes. Ingenieros, arquitectos, interioristas, médicos, expertos en normativa hospitalaria, administradores y hasta mercadólogos trabajando para impulsar la atención a la salud a un nivel de excelencia superior. 

Y tú, ¿qué esperas para diseñar tu hospital? Con Infraestructura Médica, tu proyecto está más cerca de realizarse que nunca. Por más de 15 años, hemos acompañado a médicos, empresarios e inversionistas en el camino hacia sus metas, diseñando y construyendo algunos de los espacios para la salud más exitosos de México. No te quedes atrás: contáctanos hoy y solicita asesoría para transformar tus ideas en una nueva historia de éxito. Con Infraestructura Médica, se puede. 

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