La remodelación de hospitales es una actividad compleja que despierta un gran interés en médicos y empresarios por igual. Después de todo, someter un edificio a un proceso de renovación, hablemos o no del ramo de la arquitectura médica, supone una modernización infraestructural significativa que, si se lleva a cabo adecuadamente, genera mejoras sustanciales en la experiencia de uso. Enfocándonos en el sector salud, la optimización de equipos, sistemas e instalaciones permite incrementar la seguridad de los pacientes y establecer dinámicas de trabajo más eficaces; dicho de otra forma, hace posible ofrecer servicios de clase mundial.
El impacto positivo de una remodelación, por otra parte, es proporcional a la exigencia que implica su planificación y ejecución. Por lo tanto, sobra señalar que un proyecto de este tipo no es obra de una sola mente, sino resultado de una colaboración multidisciplinaria de especialistas en infraestructura hospitalaria con pleno conocimiento de los procesos pertinentes. ¿Conoces los ejes básicos que emplean para lograr una renovación exitosa? Sigue leyendo y descúbrelos.
¿Por qué remodelar?
Antes de emprender una remodelación, debes definir su propósito. ¿Qué aspectos de tu hospital son los que quieres renovar y por qué? ¿Cuál sería el beneficio de implementar esos cambios? ¿Es conveniente realizar la inversión o es más prudente dirigir ese dinero a otras partidas? Cuestionar la validez de tu proyecto evitará que tomes una decisión precipitada que pueda traerte consecuencias desastrosas. Sé firme y no dudes en adoptar, desechar, modificar o fusionar tus ideas hasta que cada una esté respaldada por una necesidad real.
La directriz básica para una renovación hospitalaria es el perfeccionamiento de los activos que posibilitan una atención a la salud segura, eficiente, digna y confortable. Si se te dificulta evaluar las debilidades y fortalezas de tus espacios, solicita la asesoría de una empresa especializada en remodelaciones hospitalarias, la cual empleará tres criterios básicos para identificar las deficiencias de tu infraestructura:
- Funcionalidad: ¿tus equipos, sistemas e instalaciones cumplen con sus objetivos prácticos? Evalúa su rendimiento y toma nota sobre sus deficiencias, las cuales pueden manifestarse en problemas como iluminación o ventilación insuficiente o circulación externa e interna entorpecida.
- Formalidad: responde a cuestiones primordialmente técnicas. Los problemas formales son propios de dos tipos de hospitales: los que se han vuelto o se volverán obsoletos (razón por la que carecen de áreas complementarias básicas, acabados y fachadas adecuadas o áreas verdes) o aquellos que, debido a modificaciones que transgreden el programa arquitectónico original, presentan un desorden arquitectónico.
- Tecnología: comprende los daños en los grandes sistemas y a la estructura del inmueble provocados por factores naturales, como sismos o lluvias intensas. Asimismo, abarca las fallas que propicien algún tipo de riesgo sanitario o impacto ambiental negativo.
En cuanto hayas comprobado que tus instalaciones requieren de una intervención estético-técnica, apóyate en los expertos que las evaluaron para realizar los exhaustivos estudios previos, los cuales serán la base del programa arquitectónico. Esta investigación preliminar tardará en concretarse; mientras tanto, puedes meditar en cómo te gustaría solucionar las deficiencias de tu establecimiento. Indaga en los últimos avances tecnológicos en materia hospitalaria y conoce los materiales y diseños en tendencia. Toda la información que reúnas será útil para crear el programa de necesidades, el cual será esencial para el desarrollo del proyecto de remodelación.
Remodelación de hospitales: un paso a la vez
Una vez que los estudios preliminares se han llevado a cabo, comienza la primera fase del plan de remodelación: la planificación. Esta etapa se fundamenta en dos documentos que ya hemos mencionado: el plan de necesidades, que expresa las adecuaciones deseadas por el emprendedor, y el programa arquitectónico, la base de todo proyecto hospitalario. Este último, cabe resaltar, posee mayor relevancia, en tanto que contempla el contenido del plan de necesidades y lo adapta a las exigencias de la normativa, a los requerimientos técnicos de la ingeniería y la arquitectura, y a una serie de complejas variantes de las que hablaremos a continuación.
En el programa arquitectónico encontrarás el proceso de remodelación descrito detalladamente, desde su concepción hasta su propuesta arquitectónica. La calidad de este anteproyecto será clave para obtener los permisos necesarios por parte de la COFEPRIS para proceder con la obra, por lo que la mejor manera de proteger tu inversión y asegurar que tus ideas se realicen es aliarte con un equipo que conozca las disposiciones de la citada dependencia.
El contenido de un buen anteproyecto de remodelación se segmenta en los siguientes apartados:
- Conceptualización
En esta primera sección se delimitan los problemas que presenta el hospital y, por consiguiente, se plantea la justificación de las renovaciones. Igualmente, se fijan los objetivos de la obra, así como sus limitaciones temporales, espaciales y económicas.
- Marco referencial
Su propósito es sustentar la obra. Para ello, revisa el marco histórico del establecimiento y de la zona donde se ubica, al igual que las características mínimas de infraestructura que debe cumplir un hospital de acuerdo con las Normas Oficiales Mexicanas. Asimismo, examina el concepto original del hospital y repasa las normas, reglamentos y códigos que debe respetar la propuesta de renovación.
- Diagnóstico
En esta fase, se analiza el entorno geográfico, socioeconómico, político y ambiental del hospital, a fin de identificar plenamente sus necesidades, sus áreas de oportunidad y los factores que podrían afectarlo positiva o negativamente. Por otra parte, también estudia la estructura actual del recinto, su potencial e insuficiencias en relación con el nivel de atención que brinda, y las características del terreno que ocupa, factores que ayudarán a proponer un diseño más adecuado.
- Planificación
La información recopilada en las etapas anteriores se interpreta para seleccionar los criterios de diseño, funcionalidad y tecnología que se aplicarán en los trabajos de remodelación. En este apartado se proporciona el marco para realizar las demoliciones y demás alteraciones del espacio o entorno, al igual que la matriz, el diagrama de relaciones y la estructuración proyectada del recinto.
- Propuesta
Esta sección contiene la memoria descriptiva del inmueble, la estimación presupuestal de las modificaciones, los nuevos planos y las recomendaciones finales para su correcta materialización.
Como ahora sabes, la estrategia para llevar a cabo una remodelación satisfactoria es simple: busca un aliado confiable, profesional y experimentado que guíe tus ideas hacia el éxito. Empresas como Infraestructura Médica pueden brindarte un servicio integral que abarque desde la evaluación preliminar hasta la entrega llave en mano de tu proyecto. Además, al contratar a personal especializado en construcciones hospitalarias, garantizas que la renovación de tu establecimiento se realice bajo los más elevados estándares de calidad, en estricto apego a las disposiciones legales, siguiendo cada protocolo de seguridad y haciendo rendir tu presupuesto al máximo. ¿Estás pensando en remodelar tu laboratorio, clínica u hospital? Contáctanos hoy y solicita una cotización para revitalizar e innovar tus espacios para la salud. Con Infraestructura Médica, se puede.